Zira y unas leonas que apenas habían sido acogidas por ella y su esposo el rey Scar, apenas regresaban de una cacería exitosa en un lugar un poco más fértil que su reino. Cuando llegaron a la roca del rey, vieron cómo se desarrollaba una pelea las hienas contra las leonas, era realmente una batalla campal entre las dos especies. Zira veía todo realmente aterrorizada, ella sabía que un día las hienas o las leonas fieles al difunto rey Mufasa se revelarían contra Scar y se desarrollaría una gran pelea, pero nunca creyó que sucediera tan pronto.
Zira y las leonas que estaban con ella no sabían a quién de los dos bandos ayudar, pues no sabían quienes habían revelado contra el reinado de Scar. En lo que trataban de ver a quienes ayudar, vio como las otras leonas vencían a las hienas y estas se iban alejando, de la roca del rey.
Zira fue a buscar Scar y cuando lo encontró vio como estaba peleando con un león joven muy parecido a Mufasa.
-¡¡¡NOOO!!! – grito Zira cuando aquel joven león tiro a Scar y cayó al suelo.
Pero por el fuego que había no se le podían acercar y vieron como Shenzi, Banzai y Ed se acercaban a Scar.
-Haa, amigos míos-dijo Scar aliviado al ver a las tres hienas amigas suyas.
-¿Amigos?-dijo Shenzi sarcásticamente- ¿Qué no había dicho que éramos enemigos?-dijo volteando a ver a Banzai.
-Sí, eso dijo –dijo Banzai
-¿Ed? Dijeron Shenzi y Banzai al unísono.
Este lo único que hiso fue lamerse su hocico, Scar observo aterrorizado, como sus amigos, lo veían de esa manera, y se le abalanzaban y lo mordían, Zira veía aterrada como atacaban a su amada esposo, a su amado Scar y ella no podía hacer nada para evitarlo, que podía hacer una sola leona contra una gran jauría de hienas. En ese momento iban llegando las leonas, las que les eran fieles a Scar, cuando vieron que la jauría de las hienas estaban atacando a Scar, ellas junto con Zira se abalanzaron contra las hienas, para tratar de salvar al rey Scar. En unos momentos ya habían atacado y matado algunas hienas, las demás huyeron junto con Shenzi, Ed y Banzai hacia el cementerio de elefantes, para nuca volver.
-Scar, ¡no!- dijo Zira mientras se recostaba a lado de su amado Scar, en esos momentos venia Spotty otra de las leonas acogidas por Scar con el pequeño príncipe, Nuka, quien cuando vio a su padre en esas condiciones fue corriendo junto a su madre.
-Zi…Zi…Zira-dijo Scar con voz entrecortada- Mi… ama…da Zi…ra- dijo Scar con una lagrima saliéndole de su ojo.
-Scar, tranquilo, no hables debes guardar energía-decía Zira llorando- No nos puedes dejar solos a tus hijos y a mí.
-pero solo tene… eso quiere decir que- dijo Scar con gran dificultad
-si Scar vas a ser padre de nuevo, no puedes dejarme sola Scar-decía Zira llorando con más fuerza- te necesito tanto.
-Papi por favor no nos dejes solitos- decía el pequeño Nuka llorando y abrazando a su padre.
- Mi pequeño Nuka, tranquilo desde donde este yo los estaré cuidando, y tú debes prometerme que vas a ser muy valiente y protegerás a tu madre y a tu o tus hermanos-dijo Scar débilmente.
-Scar, por favor no digas eso, tú te vas a recuperar y estarás conmigo y con nuestros cachorros.
En ese momento Scar cerró los ojos para siempre dejando este mundo y a su familia.
-Scar… ¡¡No!!... ¡¡Scar por favor no me dejes sola!!-dijo Zira llorando y abrazando el cuerpo inerte de Scar.
-papito -decía Nuka- No nos dejes.
Todas las leonas leales a él le rindieron unos minutos de silencio, y comenzaron a llorar por ver al león que las había ayudado, en los momentos más difíciles, estaba muerto, Zira lloraba de una manera desgarradora y abrazando fuertemente el cuerpo de su difunto esposo.
-Ese león, me la pagara- decía Zira mirando como ese usurpador rugía triunfante junto con las otras leonas – Aunque sea lo último que haga.
¿que les pareció?
Zira y las leonas que estaban con ella no sabían a quién de los dos bandos ayudar, pues no sabían quienes habían revelado contra el reinado de Scar. En lo que trataban de ver a quienes ayudar, vio como las otras leonas vencían a las hienas y estas se iban alejando, de la roca del rey.
Zira fue a buscar Scar y cuando lo encontró vio como estaba peleando con un león joven muy parecido a Mufasa.
-¡¡¡NOOO!!! – grito Zira cuando aquel joven león tiro a Scar y cayó al suelo.
Pero por el fuego que había no se le podían acercar y vieron como Shenzi, Banzai y Ed se acercaban a Scar.
-Haa, amigos míos-dijo Scar aliviado al ver a las tres hienas amigas suyas.
-¿Amigos?-dijo Shenzi sarcásticamente- ¿Qué no había dicho que éramos enemigos?-dijo volteando a ver a Banzai.
-Sí, eso dijo –dijo Banzai
-¿Ed? Dijeron Shenzi y Banzai al unísono.
Este lo único que hiso fue lamerse su hocico, Scar observo aterrorizado, como sus amigos, lo veían de esa manera, y se le abalanzaban y lo mordían, Zira veía aterrada como atacaban a su amada esposo, a su amado Scar y ella no podía hacer nada para evitarlo, que podía hacer una sola leona contra una gran jauría de hienas. En ese momento iban llegando las leonas, las que les eran fieles a Scar, cuando vieron que la jauría de las hienas estaban atacando a Scar, ellas junto con Zira se abalanzaron contra las hienas, para tratar de salvar al rey Scar. En unos momentos ya habían atacado y matado algunas hienas, las demás huyeron junto con Shenzi, Ed y Banzai hacia el cementerio de elefantes, para nuca volver.
-Scar, ¡no!- dijo Zira mientras se recostaba a lado de su amado Scar, en esos momentos venia Spotty otra de las leonas acogidas por Scar con el pequeño príncipe, Nuka, quien cuando vio a su padre en esas condiciones fue corriendo junto a su madre.
-Zi…Zi…Zira-dijo Scar con voz entrecortada- Mi… ama…da Zi…ra- dijo Scar con una lagrima saliéndole de su ojo.
-Scar, tranquilo, no hables debes guardar energía-decía Zira llorando- No nos puedes dejar solos a tus hijos y a mí.
-pero solo tene… eso quiere decir que- dijo Scar con gran dificultad
-si Scar vas a ser padre de nuevo, no puedes dejarme sola Scar-decía Zira llorando con más fuerza- te necesito tanto.
-Papi por favor no nos dejes solitos- decía el pequeño Nuka llorando y abrazando a su padre.
- Mi pequeño Nuka, tranquilo desde donde este yo los estaré cuidando, y tú debes prometerme que vas a ser muy valiente y protegerás a tu madre y a tu o tus hermanos-dijo Scar débilmente.
-Scar, por favor no digas eso, tú te vas a recuperar y estarás conmigo y con nuestros cachorros.
En ese momento Scar cerró los ojos para siempre dejando este mundo y a su familia.
-Scar… ¡¡No!!... ¡¡Scar por favor no me dejes sola!!-dijo Zira llorando y abrazando el cuerpo inerte de Scar.
-papito -decía Nuka- No nos dejes.
Todas las leonas leales a él le rindieron unos minutos de silencio, y comenzaron a llorar por ver al león que las había ayudado, en los momentos más difíciles, estaba muerto, Zira lloraba de una manera desgarradora y abrazando fuertemente el cuerpo de su difunto esposo.
-Ese león, me la pagara- decía Zira mirando como ese usurpador rugía triunfante junto con las otras leonas – Aunque sea lo último que haga.
¿que les pareció?